No podía esperar más, tenía que pronunciarme sobre este tema y por fin es el momento. En estos días de confinamiento por el virus, y ante el pesimismo económico y social que se viene, he cumplido una de las acciones liberadoras que tenía pendiente por hacer alguna vez en mi vida, raparme el pelo. Y lo siento mucho por ti, no vas a cumplir con tu curiosidad de verme en fotos con el resultado 😔.
Desde que era pequeño el peinado predominante que siempre llevaba era de pelo corto y de punta, al menos ese era el peinado que tenia cuando salia de la peluquería, porque al poco tiempo se me hacía tan largo y tan seco que parecía un científico loco. No hace falta decir que en esa situación me era imposible hacerme el pelo de punta, así como evitar las solapas que se formaban a los lados de la cabeza, lo que llevaba a una tremenda frustración y resignación.
Pero todo cambió cuando al cumplir la mayoría de edad invertí en una máquina para cortar el pelo, una máquina barata de la marca Carrefour, ya que era uno de los pasos planeados de intentar alcanzar esa idea de autosuficiencia personal. El control y el sentimiento de cortarme el pelo a cualquier hora y en cualquier momento, a la par de salirme gratis por supuesto, estaba ya ahí, y pese a que no me lo llegaba a rapar, era una gozada disfrutar de no tener esa preocupación por el pelo todos los días, cosa que tan mal en el pasado tuve, se acabó por fin el pelo seco y la imposibilidad de hacérmelo de punta.
Pero la curiosidad por el rapado seguía presente, su atractivo en su simplicidad y beneficios no paraban de rondarme por la cabeza desde el primer momento en que me compre la máquina, y he de decir que no me he equivocado de pensar así.
No es mi objetivo convencer en esta publicación a nadie, ya sea hombre o mujer, de que raparse el pelo es lo mejor para uno mismo, no, son únicamente mis ganas de repasar y de acabar con prejuicios que rodean a este peinado, y porque no, alabar y reconocer un corte de pelo que ha ido siempre en contra de la moda y la sociedad del momento.
PREJUICIOS
¿TE RAPAS? = TE ESTÁS QUEDANDO CALVO
Tal vez el prejuicio más extendido del siglo XXI. Al igual que el shock provocado de ver a una persona todos los días sin gafas pasar a llevarlas, es “incomprensible” que alguien con determinado corte de pelo venga al día siguiente rapado totalmente, el juicio que se le da está claro, se está quedando calvo y no quiere que se note, por lo que se ha rapado.
En cierta forma no es extraño que se piense así, tirando de datos oficiales, uno de cada cuatro españoles sufre calvicie a partir de los 25 años, somos pues medalla de plata en el campeonato mundial de calvos, solo superados por nuestros vecinos los checos. Por suerte, el antiguo imperio Bizantino (Turquía) ha sabido explotar el negocio de los injertos capilares económicos.
No es bueno mentir con el tema del pelo, y la realidad tiene la condición de ser dura, no es divertido perder el pelo sin que uno mismo lo deseé. Los estragos de tal acontecimiento están ahí para que todos los ojos lo vean, y dependiendo de tu ego; puede tener un efecto lento y constante en tu psique.
Las personas con alopecia gastan mucho dinero en médicos, especialistas en piel y champús para detener la caída de su cabello.
Por otra parte, la gente que está perdiendo su pelo rápidamente o ya lo ha perdido, opta por afeitarse la cabeza por completo. Esta es sin duda la forma más fácil y barata para ocultar un patrón de calvicie.
Con todo esto queda claro que raparse el pelo es una forma, efectivamente, de ocultar la alopecia. Pero me temo que hay otros muchos motivos que pueden llevar a una persona a hacerlo de igual modo.
¿TE RAPAS? = TIENES CÁNCER
No creo que haya nadie que al enterarse de que tiene cáncer lo primero que haga sea coger la máquina de cortar el pelo y acabe directamente con su melena, como si fuera a desaparecer la enfermedad. El rapado de pelo viene por las consecuencias de seguir un tratamiento de quimioterapia, que provoca la caída del mismo pelo, una acción que nadie desea pero que hay que aceptar.
De todos los prejuicios tal vez sea el más incómodo, por el hecho de que se asegura que se tiene un estado de salud delicado por una de las peores enfermedades del planeta, y que a su vez, los que prejuzgan parezcan saber las condiciones médicas de la persona a la que acusan de sufrirlo.
Se puede decir que este prejuicio es más propenso de sufrirlo una mujer, ya que en su género, en principio, solo puede haber una situación que lleve a una mujer a raparse la cabeza; que tenga una enfermedad grave que le obligue a hacerlo, o que en su defecto, pertenezca a algún tipo de movimiento social o de reivindicación.
¿TE RAPAS? = ESTÁS EN UN GRUPO SKINHEAD
No voy a ser yo quien niegue que al raparse el pelo, que no ser calvo ojo, pueda hacerse ver con una actitud facial agresiva, que según como se mire puede ser hasta positivo para el día a día, pero de ahí a decir que se pertenece a un determinado colectivo hay un trecho.
Todos conocemos, o al menos nos suenan, los “skinhead”, tribu urbana que surgió en Europa, específicamente en Reino Unido a finales de los años 60. Pareciéndose a los “mod” que fue una subcultura de los años 50, los cuales les gustaba el jazz, vestían elegante y tenían inclinación hacia las peleas callejeras. Como dato curioso a las mujeres de estos grupos se les conoce como “chelseas”, que quede claro, eso de skingirls queda feo.
Hoy en día son muchas las luchas sociales y los estilos de vida que tienen los skinhead, teniendo como común denominador en su cultura el raparse la cabeza. Es por ello que este prejuicio suele ir más focalizado a alguna persona joven que se ha rapado el pelo, con que lleve al mismo tiempo alguna prenda llamativa es suficiente para afirmar que pertenece a algún colectivo de este tipo.
¿Es posible que una persona sé este quedando calva y se rape el pelo para, a su vez, involucrarse en un grupo skinhead con la esperanza de aumentar su autoestima? Si, es posible, pero espera, hay otros muchos motivos para raparse el pelo que no conlleven estos dos hechos.
¿TE RAPAS? = TE VAS AL EJÉRCITO
Cuando yo me empece a cortar el pelo sin llegar a raparme este era el prejuicio al que tenía que enfrentarme. Curiosamente el comentario solía venir de personas ya bastantes mayores, que evidentemente no tenían reparos en decir las cosas a la cara.
Desde luego es un cliché que al ingresar en el ejército lo primero que se haga, o te hagan, sea raparte el pelo, precisamente bajo principios bastante pragmáticos como lo son la simplicidad y el ahorro del tiempo. De todas formas, este prejuicio suele ser casi siempre en tono jocoso, siempre es divertido recordar a los cadetes pelaos en fila india.
ENTONCES… ¿TE RAPAS? = ¿POR QUÉ?
Por un motivo que ha mucha gente le cuesta de entender; porque me gusta. Porque tiene una serie de ventajas que a mi forma de ver lo hacen el corte de pelo ideal para este mundo en el que vivimos, y rizando más el rizo, tiene cierto valor filosófico, me explico, de alguna forma es como la virtud del cabello, es decir, que no es un peinado al extremo como lo ven la mayoría de gente, sino el punto medio entre ser calvo, puesto que el pelo no tiene la capacidad de volver a crecer en ese estado, y tener una melena, que no puede crecer más y solo queda cortarse y reducirse, entonces raparse la cabeza te da la seguridad de que todavía tienes pelo, que en potencia va a crecer de nuevo, pero no tienes el inconveniente del mantenimiento y perdida de tiempo del pelo largo, además de otras ventajas que vamos a ver.
VENTAJAS DE RAPARSE EL PELO
AHORRO
Tanto si se lo pides a tu peluquero como si lo haces tu mismo, el raparte el pelo va a conllevar si o si un ahorro de dinero.
Concretamente el ahorro monetario rapándose el pelo uno mismo es de una consideración importante, en este caso; peluquerías, peines, cepillos, aceites, champús, jabones, agua, fijadores, acondicionadores, colores, tintes, sopladores, estilos… Y una lista interminable de cosas más que ya no serán ningún problema para el bolsillo.
Es un gran cambio de personalidad también. Incluso la gente con la que tratamos todos los días pueden comenzar a comportarse de manera diferente por ello, en este caso también puede ser una oportunidad de ahorrar tiempo y amistades poco productivas con esa gente que vemos que nos lleva a un terreno negativo por nuestro nuevo cambio.
REJUVENECE / AUMENTA LA CONFIANZA
Es uno de los mayores beneficios de raparse la cabeza, especialmente para las personas que ya están o se están quedando calvas. Afeitarse la cabeza puede ser muy liberador al aceptar lo inevitable y lo (aparentemente) negativo de quedarse sin pelo. Se exuda confianza. Demuestra que estamos más seguros de nosotros mismos y que abrazamos lo que la naturaleza nos dio, pero que a su vez tenemos el poder de prescindir de ello y aceptar la situación tal como es. Sé que es más fácil decirlo que de asumirlo, pero bien lo saben las personas que han pasado por esto.
En cuanto a lo de rejuvenecer no hay tampoco mucho misterio, la homogeneidad del corte provoca que sé de un aspecto más simple y por tanto más joven, a lo niño recién nacido. Acompañado de ejercicio físico y buena dieta nos podemos quitar años de encima perfectamente.
NO MÁS MANTENIMIENTOS NI PEINADOS
Todo ese tiempo que hemos pasado frente al espejo del baño tratando de hacernos el mejor peinado, hay que olvidarlo, raparse la cabeza elimina esa parte de la rutina matutina para que podamos dedicarlo a otras cosas sin perder tiempo.
Para lavarse el cabello se necesita un buen champú y acondicionador. En ocasiones, un champú reacciona con la piel dando como resultado una caspa excesiva y una mayor caída del pelo. Pero cuando nos hemos rapado la cabeza por completo no hay preocupación por lavarse el cabello correctamente, con la propia ducha del agua ya es suficiente, dado que lavar y secar un cuero cabelludo rapado es exponencialmente más fácil. Esto mejora la calidad de nuestro cabello y lo mantiene alejado de los productos químicos por algún tiempo.
Además, tengo también la ligera sospecha de que el uso reiterado de un peine para el pelo favorece de algún modo la alopecia, dado que el contacto directo del plástico con el cuero cabelludo en continuas repeticiones afecta a su capa de piel de algún modo. Pero solo son sospechas sin ningún fundamento científico, dado que tampoco me he molestado mucho en profundizar sobre el tema.
COMODIDAD
Poco se puede decir aquí, sin duda el corte de pelo más cómodo que puede tener el ser humano. Si somos activos físicamente o vivimos en climas muy cálidos, una cabeza rapada probablemente será y se sentirá mejor que una cabellera larga y densa. Incluso si no vivimos en un clima muy cálido y si en uno que hace frío siempre podemos llevar cualquier complemento en la cabeza, sin la preocupación de que no nos venga bien o se descoloquen los pelos.
Nunca más el pelo se nos enredara en la cara, menos riesgo de que se nos caiga un pelo en la comida, y por si fuera poco, se siente bien pasar las manos sobre un cuero cabelludo suave, de hecho, hasta podría ser una terapia en si misma, pasar la mano sobre nuestras cabezas rapadas varias veces. Además, lavarnos la cabeza prácticamente “desnuda” es más fácil y divertido que lavarnos con todo el mechón de pelo.
RAPADO + BARBA = COMBO ÉPICO
Las representaciones que se les suelen dar a los herreros o forjadores de armas en muchas obras son una clara muestra de varonilidad, así como a algunos vikingos o guerreros antiguos del norte de Europa. Se podría pensar que toda la fuerza de su aspecto descansa en su gran altura o de sus prominentes músculos, nada más lejos de la realidad, su calvicie junto con una fuerte y frondosa barba es la responsable de esa imagen tan poderosa que desprenden.
Sé que aquí estamos hablando de raparse el pelo, cierto, pero una buena barba cuidada puede ayudarnos mucho en los factores de rejuvenecimiento y autoestima que comentaba en el otro apartado antes, sobretodo porque se puede correr el riesgo de que al ir completamente afeitados nos quitemos demasiados años de edad y parezcamos niños adultos, en serio, puede pasar, sin llegar a estar rapado y con apenas barba me quitan perfectamente cinco años de encima.
Es aconsejable y de esperar que haya aumentado nuestra autoestima, porque desde luego llamaremos la atención. En la mayoría de los lugares, será un aspecto para el recuerdo. Muchas personas lo encontraran interesante, y puede que nos encontremos respondiendo a preguntas del cómo y por qué hemos tomado dicha decisión, es pues un buen momento para tener una conversación con alguien que nos interese, y podemos usar esto para romper el hielo.
DESVENTAJAS DE RAPARSE EL PELO
Se que puede llegar a costar de entender después de todo lo dicho, pero para no pecar de sectario, si, pueden haber desventajas al raparse el pelo.
MAYOR SENSACIÓN DE DOLOR AL GOLPEARSE LA CABEZA
Al tener poco pelo, si nos damos un golpe, no hay nada que puede absorber su fuerza un poco, por lo que el impacto va directamente neto a la cabeza, pero si eres un cabezota como yo (que no un cabezón) eso no sera problema.
LA CABEZA PUEDE VERSE DESIGUAL Y CON BULTOS
Puede que la cabeza presente protuberancias y bultos después del rapado, siendo una experiencia extraña para muchas personas que nunca habían visto su cabeza sin tan poco pelo. Realmente solo estaremos viendo nuestra cabeza tal como es.
POSIBLES PROBLEMAS CLIMÁTICOS
La naturaleza ha creado cada parte de nuestro cuerpo con un propósito. Los pelos de la cabeza nos protegen del sol, el frío u otras condiciones climáticas.
Las personas que viven en áreas con condiciones climáticas extremas pueden enfrentar problemas después de raparse la cabeza. Por ejemplo, en verano y con mucha luz solar directa, tienen que cubrirse la cabeza para evitar cualquier condición negativa como la insolación. Del mismo modo, en invierno, deben usar una buena gorra para evitar cualquier problema de salud al absorber más directamente el frio.
BENEFICIOS CONTRA DESVENTAJAS DE RAPARSE LA CABEZA
Con suerte, he planteado todos los pros y contras que debemos tener en cuenta antes de tomar cualquier decisión sobre raparse la cabeza por completo. Puedo entender que para algunas personas raparse la cabeza sea una experiencia increíble, y para otras, puede ser una experiencia extraña e impensable.
Voy a exponer un poco de información técnica de la “teoría de los estados de expectativa” de Berger (1972), donde tiene mucho que decir sobre esto. Según la teoría, brindamos oportunidades de liderazgo (es decir, permitimos que las personas nos guíen) a personas que tienen un alto estatus (es decir, son competentes). Determinamos el estado/competencia de una persona a través de marcadores de estado, algunos de los cuales son más precisos (características de estado específicas como la educación y la experiencia pasada) que otros (características de estado difuso, como el género y la edad). La calvicie puede ser un marcador de estado difuso que indica tanto la masculinidad como la edad, lo que hace que las personas piensen que las personas calvas son más competentes para liderar. Y quien dice calvo también puede decir rapado, solo que la ventaja de este último, como ya he dicho al principio, es que tiene la capacidad de dejar que le vuelva a crecer el pelo. Al final solo es una cuestión de decisión, cada uno elige, pero el que tiene poco pelo es más rápido en la vida por alguna razón.
Por último, quiero que volvamos a recordar que no es mi intención imponer ninguna idea a nadie, cada hombre y mujer lleva el peinado que quiera, y que antes de tomar cualquier decisión sobre raparse la cabeza, que se examine uno mismo y se piense lo suficiente para tomar una decisión con confianza, y que si no se posee la suficiente, al menos, ser responsable de la acción que se va a realizar. Se recomienda encarecidamente consultar con un dermatólogo/especialista de la piel antes de hacer algo, ya que conocen mejor los posibles problemas de nuestra piel.