La palabra «pirata» es una de esas palabras que desde su origen se le ha dado una naturaleza negativa. Por otra parte ya sabemos que ocurre con palabras como «estoico» o «cínico», que a día de hoy pueden llegar a ser un «insulto» o al menos unos «adjetivos negativos» hacía una persona con respecto a lo que verdaderamente significaban en su día, que no eran otra cosa que designar a aquellos practicantes o seguidores de según que escuelas filosóficas, pero como digo, con la palabra «pirata» es distinto.
Los famosos piratas de los parches en el ojo y las patas de palo han dado lugar en nuestros nuevos tiempos a dos tipos de clases de estos individuos:
1. Los piratas que todavía surcan los mares, que han cambiado los sables y los arcabuces por machetes y AKs-47 así como la desaparición de cualquier código de conducta propio.
2. Los piratas informáticos, que surcan los mares digitales descargando y distribuyendo contenido ilícito a ojos de la ley.
Pero… indiferentemente del tipo de pirata al que hagamos referencia, ¿podemos aprender algo de un verdadero pirata?, ¿se puede preservar la virtud en aquellos lados donde la ley y los actos moralmente reprochables no alcanzan a dejar pasar?. Pues parece ser que si, y es que cuando conoces a un pirata que se niega a beber alcohol porque prefiere un buen té inglés sabes que no estas ante un hombre con parche en el ojo cualquiera.
BLACK BART “EL GALÁN”
Bartholomew «Black Bart» Roberts nació supuestamente el 17 de mayo de 1682 en Haverfordwest (Gales) y su muerte está fechada el 10 de febrero de 1722 en el mar frente a la costa de Guinea. Supuestamente su nombre original era John Roberts, pero todavía se discute este tema. Fue uno de los piratas más exitosos de la «Edad de Oro de la Piratería» tanto es así que precisamente con su muerte se da como terminada dicha edad de oro.
Aun así, popularmente su persona sigue solapada por otros hombres del mismo oficio como lo son Barbanegra, Edward Low o Jack Rackham (este último famoso en nuestros días por inspirar la creación de Jack Sparrow para la saga de películas de «Piratas del Caribe»). Sin embargo, está comprobado que Bartholomew Roberts supero en sus 3 años en activo en la piratería (1719 – 1722) en captura de barcos a estos hombres en conjunto (y aún podríamos sumar a otros tantos).
Pero comencemos por los inicios de este señor pirata. Todo apunta a que tuvo su primer contacto con la mar a los 13 años (1695), cuando intento ingresar en la Royal Navy (Marina Real Británica). Después de esto se le pierde el rastro y hay que esperar hasta 1719 donde se sabe que fue nombrado tercero al mando en un barco comerciante de esclavos llamado «Princess» para la Royal Africa Company. En verano del mismo año el «Princess» sería abordado por unos piratas cerca de Anomabu, en la actual Ghana, que estaban bajo el mando del galés Howell Davis, quien obligó a varios miembros de la tripulación del «Princess», incluido Roberts, a unirse a su banda.
El pirata Howell Davis era un hombre bastante astuto, que prefería actuar en los saqueos de frente y ocultando su naturaleza de pirata haciéndose pasar por alguna autoridad legal de la época. Sin embargo, cuando intentó fingir ser un cazador de piratas de la Marina Real para secuestrar al gobernador de la isla portuguesa de Príncipe, los piratas fueron reconocidos como tales y terminaron emboscados, resultando finalmente Davis muerto.
«En un trabajo honrado la ración es corta, la paga pequeña y el esfuerzo es mucho; en este (piratería) en cambio hay abundancia y hartazgo, placer y comodidad, libertad y poder. ¿Y quién no se hace acreedor de esta parte cuando el único peligro que corres, en el peor de los casos, es solo una mirada o dos de dolor en el instante de ahogarte? No, mi lema es – La vida corta, pero alegre».
— Cita de Black Bart sobre ser un marinero promedio o pirata.
Fuente: Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas (1724) Pág. 232.
La muerte de Howell Davis ocurrió solo seis semanas después de la incorporación de Black Bart al «Royal Rover». Así que la tripulación que quedaba después del ataque de los portugueses decidió votar a uno de los suyos para ocupar el puesto de capitán, un cargo que Black Bart conseguiría por encima de otros veteranos. Llegados a este punto es imposible no pensar en que habilidades marítimas y de carisma debería de haber poseído Bartholomew Roberts, dado que solo lo hemos visto como tercer oficial de un buque desde su desaparición siendo adolescente y posteriormente con tan solo 6 semanas de «experiencia» siendo pirata ya tenía la confianza de toda una tripulación para ejercer como el máximo responsable de un buque.
Su primer acto como capitán fue vengarse de los asesinos de Howell Davis. Este acto de venganza, o justicia dependiendo de como se mire, hacia los culpables de un predecesor es sospechosamente común en la historia, ya sea por una verdadera afinidad hacia el predecesor o como un acto de prevención a que se vuelva a repetir el acto.
De cualquiera de las maneras, este acto de justicia hacia Howell Davis le valió a Black Bart mucha más aprobación por parte de su nueva tripulación, por lo que acto seguido empezaría a izar las velas hacia la creación de un futuro prometedor para con él.
Roberts y su tripulación navegaron durante nueve semanas a lo largo de la costa brasileña, cuando se encontraron con una flota portuguesa compuesta de cuarenta y dos barcos anclados frente a la costa en la bahía de Todos los Santos, que junto con una escolta de barcos de guerra salvaguardaban un tesoro. Roberts no tuvo miedo de la situación e ideo un plan al más puro estilo de su predecesor, así que entró en la bahía como si fuera parte del convoy y tomó uno de los barcos sin que nadie se diera cuenta. Hizo que el capitán del barco tomado le dijera cuál de los presentes buques era el más rico, con lo que acto seguido capturó dicho buque y junto con el suyo propio ambos barcos zarparon sin que las naves de escolta pudieran atraparlos.
Poco después Roberts y su tripulación se dirigieron a la Isla del Diablo para disfrutar de su botín y unas semanas más tarde se avistó otro bergantín el cual Roberts codiciaba, así que empezó su persecución dejando algunos de sus tripulantes para proteger el «Royal Rover» y nombró como máxima autoridad en su ausencia a Walter Kennedy.
Evidentemente no todo puede ser de color de rosas en el mundo del pirata, y cuando Roberts volvió de capturar aquel bergantín, vio que Walter Kennedy y los demás que había dejado a bordo del «Royal Rover» se lo habían llevado junto con la mayor parte del botín capturado hasta la fecha. Esta traición condicionó para siempre a Roberts y fue el desencadenante de que trabajase en la creación de aquello que lo distingue de los demás piratas de la historia: su código pirata.
🏴☠️ EL CÓDIGO PIRATA 🏴☠️
I
Cada hombre tiene un voto en los asuntos de importancia. Igual derecho tiene a provisiones frescas y bebidas fuertes, en cualquier momento que se apresen, que podrá consumir a su antojo, a menos que su escasez (lo que no era inusual entre ellos) aconseje decidir su racionamiento por el bien de todos.
II
Se llamará puntualmente a todos, por lista, uno por uno para que suban a bordo de las presas; porque (además de la parte que les corresponda) en esas ocasiones tienen derecho a un juego de ropa personal: pero el que estafe a la compañía el valor de un dólar en plata, joyas o dinero, será ABANDONADO en una isla desierta en castigo. Si el robo lo hace un hombre a otro hombre, contenderán entre sí, se le cortarán las orejas y la nariz al culpable, y se le desembarcará, no en un paraje deshabitado, sino en algún otro donde indefectiblemente sufra muchas penalidades.
III
Nadie jugará a las cartas o a los dados por dinero.
IV
Las luces y velas se apagarán a las ocho en punto de la noche; si después de esa hora alguno de la tripulación tuviera ganas de seguir bebiendo, lo hará en la cubierta superior (con lo que Roberts creía que iba a contener sus borracheras, ya que él era abstemio; aunque al final se dio cuenta de que todos sus esfuerzos por poner fin a estas orgías eran inútiles).
V
Todos deben mantener sus armas, pistolas o machetes, limpias y listas para su uso (en esto eran exageradamente escrupulosos, esforzándose en superarse unos a otros en la belleza y riqueza de sus armas, dando a veces en una subasta, al pie del mástil, 30 o 40 libras por un par de pistolas. Se las colgaban en los hombros, en tiempo de servicio, con bandoleras de diversos colores, de una manera característica en estos individuos, lo que les llenaba de gran orgullo).
VI
No se permiten niños ni mujeres a bordo. Si se descubre que alguno seduce a una y la embarca disfrazada, será condenado a muerte (de manera que cuando alguna caía en sus manos, como les ocurrió en la presa Onslow, le ponían inmediatamente un centinela para impedir las malas consecuencias de tan peligroso instrumento de división y discordia; pero esto era también una bellaquería; porque se disputaban el puesto de centinela, que acababa recayendo en el más bronco, el cual, para asegurar la virtud de la dama, no dejaba que nadie yaciera con ella más que él).
VII
El abandono del barco o del puesto durante una batalla se castigará con la muerte o el abandono en una isla desierta.
VIII
No se permitirán peleas a bordo, sino que todas deberán solventarse en tierra, a espada o pistola, de la manera siguiente: cuando las partes no se avengan a una reconciliación, el cabo de brigadas acompañará a los contrincantes a tierra con la asistencia que considere oportuna, los pondrá de espaldas el uno al otro, a muchos pasos de distancia; a la voz de mando, se volverán y dispararan inmediatamente (o se les quitará el arma de las manos): si fallan los dos, recurrirán a sus machetes, y será declarado vencedor el que haga la primera sangre.
IX
No se permitirá a nadie abandonar este género de vida hasta que cada uno haya reunido de su parte 1.000 libras. Si conforme a esto, alguno pierde un miembro, o queda lisiado a causa de su servicio, recibirá 800 dólares del fondo común. Por heridas menores las cantidades serán proporcionales.
X
El capitán y el cabo de brigadas recibirán dos partes de cada presa; el maestro, el contramaestre y el artillero, una parte y media, y los demás oficiales una parte y un cuarto.
XI
Los músicos tendrán descanso el domingo, pero los seis días y noches restantes no gozarán de ningún privilegio especial.
— Fuente: Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas (1724) Págs. 201 a 205.
Después de sufrir esta traición y elaborar el código pirata, Bartholomew Roberts cambió el nombre de la balandra que había robado a «Fortune» y junto con la tripulación que le quedaba navegaron para conseguir apropiarse de más buques así como conseguir aumentar su tripulación.
En su camino también colaboro con otro pirata, de nombre Montigny la Palisse, con el cual se enfrentaron a los ataques de dos islas muy conocidas: Barbados y Martinicas. Unas islas que consiguieron ahuyentar a los dos piratas y, a su vez, despertaron la ira de Roberts hasta tal punto de ser las protagonistas de su segunda bandera, como ya hemos visto en la imagen anterior.
La forma de actuar de Black Bart fue mejorando con el tiempo. Asaltaba barcos con una facilidad sorprendente entre América Septentrional y el Caribe. De hecho consiguió en 1721 casi detener el comercio en el Caribe, al igual que Charles Vane lo había hecho unos años antes. También cambiaba de barco a menudo, seleccionaba a los mejores y los preparaba para la piratería. El buque insignia de Roberts se solía llamar generalmente «Royal Fortune».
Sin embargo, en cuanto a la gestión de la tripulación, siempre fue un tema complejo para Roberts. Se sabe que en 1721 se provocó una división entre la tripulación ya descontenta por motivos no muy claros. Una facción quería ser independiente del mando de Roberts, convenciendo al capitán de uno de los barcos de su mando, Thomas Anstis, de que abandonara a Roberts. Parece ser que esta segunda traición a Black Bart no pareció molestarle en demasía en comparación con la primera de Walter Kennedy, así que no tomó ninguna represalia.
Mientras tanto, el Caribe se había vuelto demasiado peligroso para Roberts, por lo que se dirigió a África. Una vez allí tomó una fragata enorme de nombre «Onslow» y la rebautizó como «Royal Fortune» para posteriormente equiparla con 40 cañones. Con esto Black Bart ya poseía una flota de tres barcos y se encontraba en el apogeo de su poder, lo que le permitía en principio atacar a cualquiera con impunidad.
En esta última etapa en África tenemos posiblemente el suceso más controvertido de Roberts. En enero de 1722 se encontraba navegando frente a Ouidah, un puerto activo en el comercio de esclavos, encontrándose un barco de esclavos anclado. Al parecer el capitán se encontraba en tierra y Roberts tomó el barco y exigió un rescate a dicho capitán, quien se negó a tratar con piratas. Roberts ordenó quemar el buque, pero sus hombres no liberaron a las personas esclavizadas que se encontraban a bordo, por lo que terminaron muriendo por las llamas o ahogados.
Ya sea por un motivo u otro las autoridades ya se estaban hartando del aumento de la piratería, y fue por esta época que el capitán Chaloner Ogle y su tripulación del «HMS Swallow» regresaban a la costa de África para combatir a Roberts y su amenaza pirata.
El 5 de febrero de 1722 el «HMS Swallow» encontró a Roberts y a sus tres barcos piratas: el «Royal Fortune», el «Ranger» y el «Little Ranger» anclados en Cabo López. El «Ranger» salió en busca del «HMS Swallow» que hizo que lo siguiera fuera del radio de acción de los demás barcos y de Black Bart, que no lo tomó como una amenaza seria. Entonces, tan pronto como se perdieron de vista a los otros barcos anclados, Chaloner Ogle abrió fuego dañando al «Ranger» en un devastador ataque lateral que mató a diez piratas y le cortó la pierna al capitán asignado por Roberts. Finalmente, los piratas del «Ranger» se rindieron y fueron capturados.
El 10 de febrero de 1722 el «HMS Swallow» regresó a Cabo López y para su sorpresa todavía se encontraba el «Royal Fortune» anclado. Al parecer el día antes Roberts y su tripulación capturaron un buque mercante y la mayoría de la tripulación todavía estaba celebrándolo y emborrachándose cuando se acercó el «HMS Swallow». Al principio la tripulación pensó que era el «Ranger» que regresaba, sin embargo, un desertor del «HMS Swallow» que se unió a Black Bart lo reconoció e informó a Roberts, que se encontraba desayunando en ese momento. Algunos hombres querían huir, pero Roberts decidió luchar.
El plan de Black Bart era navegar más allá del barco enemigo, realizar una andanada y finalmente escapar hacia mar abierto. Sin embargo, el timonel de Roberts no pudo mantener el barco en el rumbo correcto y el «HMS Swallow» pudo realizar dos andanadas exitosas. Black Bart fue asesinado por la metralla de los disparos, que le abrieron el cuello y lo mataron instantáneamente. Los piratas arrojaron su cuerpo por la borda como él pidió en su día para que no pudieran exhibirlo una vez muerto. Lo envolvieron en una de las velas del barco, lo cargaron y lo arrojaron por un costado. Su cuerpo sigue sin ser recuperado.
Sin Roberts los piratas se desanimaron y en pocas horas se rindieron. El total de bajas del «Royal Fortune» fue de tres piratas contando a Black Bart.
Se llevó a cabo un juicio en el Castillo de la Costa del Cabo. Los piratas africanos fueron obligados a volver a la esclavitud, en cuanto al resto, unos terminaron sentenciados a servir como sirvientes en las Indias Occidentales, otros fueron ahorcados y aquellos que pudieron demostrar que se habían visto obligados a unirse a la tripulación contra su voluntad fueron absueltos.
Black Bart es el último gran pirata de la historia, sin duda. Aunque la piratería no acabo con su muerte ningún otro pirata volvió a ser tan notorio a partir de él. Estamos ante un hombre que empezó con una edad bastante alta en la piratería, que en principio nunca hubiera tomado ese camino y que sin embargo, al final, tenía un talento nato para liderar y tomar cualquier tipo de buque. Su carácter gentil y respetuoso con cualquiera (especialmente con las mujeres), junto con su negativa a beber alcohol y su preocupación por vestir siempre bien nos indican que era un rara avis en una época peligrosa. Es precisamente su rápida muerte y la rápida rendición de sus hombres la que nos ha permitido conocer varios detalles de su vida, entre ellos, el interesante código pirata.
Su apodo: «Black Bart», nunca se usó estando él en vida, se lo pusieron posteriormente a su muerte, debido, en principio, a su oscuro color de cabello. Como he mencionado al principio, Black Bart es un personaje histórico que se ve solapado popularmente por otros similares de la misma época a pesar de tener el récord de barcos capturados, pero que a día de hoy, por ejemplo, su nombre es usado para designar a delincuentes con ciertos comportamientos respetuosos e incluso una cortadora de pelo, aunque suene como algo banal, lleva su nombre.
EL CAPITAL HUMANO DE BLACK BART
- Empezó tarde en la piratería (37 años), pero logró convertirse en el último pirata más grande de todos los tiempos.
- Su código pirata buscó el compromiso y el bienestar de sus subalternos.
- Generalmente su manera de actuar era rápida para evitar daños mayores en ambos bandos.
- Mantuvo una forma de ser que se encontraba en las antípodas del carácter general de un pirata promedio.
¿QUÉ PODEMOS APRENDER DE BLACK BART?
- Que la ambición que tengamos vaya ligada a la adaptación que se precisa para llevarla a cabo.
- Buscar la eficiencia en todas las acciones que hagamos.
- Afrontar las circunstancias que se presenten de cara y sin miedo.
- Forjar nuestro propio carácter sin que otras personas nos condicionen para ser algo que de forma natural nunca seriamos.